Una estrategia de extensión para promover las forestaciones en el territorio


La región norte de la provincia de Buenos Aires, en términos productivos, se caracteriza principalmente por el cultivo de cereales y oleaginosas y en segundo término por ganadería de cría y de invernada bovina.

En este escenario, hay zonas marginales que no son aptas para la actividad agrícola y otras que se encuentran en la interfase urbano rural, donde hay restricciones para la producción tradicional con agroquímicos. En ambientes como estos, los sistemas agroforestales y los montes de reparo aprovechables pueden desarrollarse como complemento de la actividad complementaria, sumando funciones como cortina de viento o reparo para el bienestar animal, entre otras. Del mismo modo, una gestión sostenible incluye otros servicios ambientales como la captura de carbono y el mantenimiento de la diversidad biológica.

La zona núcleo forestal bonaerense se concentra en las islas del Delta de Paraná, con un desarrollo que se remonta a finales del siglo XIX con la plantación de álamos y sauces. Es allí donde se encuentran la mayoría de productores forestales y las empresas dedicadas al procesamiento de la madera y servicios asociados. En la región continental, con mayor dispersión, también se cuenta con experiencias de forestaciones de Eucalytus, Pinos y Salicáceas. En función de este sector, las Agencias de Extensión Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Junín y de 9 de Julio vienen realizando ensayos en módulos demostrativos con el fin de recabar información de base y analizar el crecimiento y comportamiento de las plantaciones típicas en la zona.

Esta dispersión de las unidades productivas, sumado a una tendencia general a la planificación con visión a corto plazo, conllevaba una dificultad al momento de articular las acciones de extensión rural con el sector. Paralelamente, se comenzó a evidenciar una demanda creciente de consultas de empresas agropecuarias y producciones familiares sobre forestación.

El sector ganadero presenta interés en la búsqueda de promover el bienestar animal a partir de la implantación de montes de reparo, que cumplen funciones de mitigación del calor en verano y de cortina a los vientos en invierno, evitando el impacto de las temperaturas extremas en el ganado bovino. Por otra parte, el incremento de hectáreas bajo producción agroecológica y de establecimientos en transición hacia un sistema menos dependiente de insumos, la forestación se presenta como una alternativa para la diversificación y sustentabilidad productiva.

Comienzan a esbozarse, entonces, miradas de mediano y largo plazo, principalmente en las unidades productivas en las que los sujetos residen en los establecimientos rurales. Finalmente, las regulaciones en el uso de agroquímicos en áreas periurbanas y de amortiguación han dejado importantes superficies que buscan alternativas productivas. Las forestaciones se posicionan como económicamente viables y socialmente aceptadas tanto porque no requiere agroquímicos sino por el impacto positivo en el paisaje rural.

En este escenario, y para dar respuesta a la creciente demanda de información y asistencia técnica, se programó una actividad introductoria en el año 2019 y posteriormente la promoción de una red de intercambio entre actores del sector productivo, técnico profesional, educativo y del sector público.